miércoles, 6 de marzo de 2013

Dos mujeres castellanas

En la semana de la mujer Merce ha pedido hablar sobre mujeres que admiramos. Si me permitís, os voy a hablar de mis dos abuelas, ambas de un mismo pueblo de Avila. Mujeres luchadoras, duras como el clima de la zona,bajo el peso de las circunstancias como tantas y tantas mujeres de su época.

      Mi abuela materna, Mercedes, de la que heredé su nombre, tendría ahora 91 años. Nació y se crió en este pueblo de Avila, El Barraco. A los 12 años perdió a su madre y tuvo que criar a sus dos hermanos mas pequeños, hasta que su padre se volvió a casar y la nueva mujer no quiso saber nada de ellos y tuvieron que buscarse la vida fuera de su hogar paterno hasta que estalló la Guerra Civil y tuvieron que huir del pueblo. Mi abuela se casó  a los 24 años con mi abuelo, también natural de este pueblo y que había luchado en la guerra en la llamada "quinta del biberón", que en la actualidad tiene 93 años y nacieron 8 hijos, la mayor mi madre. Los cuatro primeros nacieron en este pueblo y estando embarazada del quinto emigraron a Madrid a buscarse la vida. Alli nacieron los tres restantes. La dura vida de trabajo junto con las circunstancias vividas hicieron de ella una mujer muy fuerte, luchadora, no se la ponía nada por delante y peleó por sus hijos como nadie.Era analfabeta pero jamás se perdió por una calle de Madrid y nadie la engañó en una cuenta del mercado o recibiendo su sueldo de asistenta en casas. Murió a los 66 años tras años de ser diabética.

      Mi abuela paterna, Jacinta, tambien nació en este pueblo y se casó muy joven, enseguida tuvo una niña y quedó viuda de guerra cuando esta niña tenía cuarenta días. Quiso dejar la niña a su suegra y venirse a trabajar a Madrid pero no la ayudaron y al poco tiempo la convencieron para casarse con un señor viudo, resinero de profesión, con cinco hijos, sin apenas conocerlo para poder conservar a su hija. Este señor fué  mi abuelo. Tuvieron siete hijos, el mayor de ellos mi padre, ya fallecido. Tuvo que irse a vivir con mi abuelo a una aldea perteneciente al pueblo, lo que hoy es conocido como reserva natural del Valle de Iruelas con unas condiciones de vida muy duras de trabajo, de tiempo... de vida...Los hijos de mi abuelo de su primer matrimonio no la aceptaban y fueron unas relaciones muy dificiles. Pasaron los años y esta primera hija que tuvo de su primer matrimonio enfermó de Leucemia y murió dejando dos niños pequeños... la vida fue pasando y perdió de nuevo a otro hijo, mi padre y  se fué endureciendo su caracter, y a la vez no paraba de trabajar como lavandera, cocinera, en los huertos... así hasta que la artritis la mantuvo postrada hasta el fin de sus días en los que ya no reconocía a nadie a su alrededor, ni sus hijos y nietos. Murió con 90 años.
    
    Gracias por permitidme este homenaje a ellas y a la vez homenajear a todas las mujeres que han luchado enn unas condiciones tan adversas de vida, llena de sufrimientos, pobreza y limitaciones. Que sean el espejo donde nos miremos.

 

1 comentario:

  1. Qué historia más especial Merce, por favor, ponla también en la página de la asociación de facebook. Creo que recordar de donde venimos, nuestras raíces y los valores de las grandes mujeres de nuestra familia es algo muy positivo. A mi me da mucha fuerza, emoción y alegría este ejercicio. Un beso "gran mujer"

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