viernes, 26 de abril de 2013


Tengo varias sensaciones y sentimientos cuando veo lo que está pasando, cómo van emergiendo grupos con diversas tendencias. Yo misma he asistido a cursos, conferencias, charlas, reuniones, etc. Y he sacado, como de todo, lo positivo y lo negativo, he aprendido y he conocido cosas y personas interesantes, pero también he visto y he escuchado, -y esto me da mucha rabia-, verdaderos disparates, que perjudican y hacen mucho daño, tanto físico como mental, y por supuesto emocional y espiritual. En la última que estuve, como prevención, al principio, dije que en estos ambientes y en todos, yo personalmente exigía respeto y libertad para ideas, pensamientos, creencias, etc. Y que me parecía que sobraban líderes, que estaban saliendo como setas. Que cada uno tenía el derecho y la obligación a ser quién era, a ser diferente y que todos lo debían respetar, y quien no respetara ni aceptara que cada persona fuera como es, o como le diera la gana de ser, a mí ni me interesaba ni me gustaba. Y es que, lo que he podido ver últimamente, es cómo en más de un 90 por ciento de las personas, éstas se dividen en dos tipos, los que les gusta dirigir y manipular, y los que no quieren molestarse en nada, ni tan siquiera en pensar, prefieren vivir tumbados, anulados y que otros los dirijan.... Y el resto o ya sabe o están buscando.
Lo que me gustaría ver, es que cada persona se mira y se encuentra, se da cuenta de que lo que es, y de que lo que piensa, cree o siente es tan válido como lo de cualquier otro, que no necesita ni manipular, ni ser manipulado, sólo compartir lo que tiene, lo que sabe y lo que es, con quién quiera compartirlo y nada más. Cuando nos hacemos el recorrido interior y nos conocemos, nos reconocemos, ya no necesitamos que nadie nos diga qué camino seguir, ya sabemos cuál es nuestro camino y junto a quién queremos ir. Mi consejo es que cada uno se escuche, se observe y se conozca, sin miedo, con confianza y con cariño, que se mire por dentro y por fuera, y sea en ese recorrido el mejor padre-madre para si mismo. A veces es complicado, pero saber y tener las ideas claras, ya es un gran paso.
Es un paisaje precioso ver que cada persona es quién es, saca su brillo personal, sus opiniones, sus emociones, eso es lo más bonito que he podido ver, lo más emocionante.
“Mírate sin miedo al espejo y sé tú, así haces un gran favor, a ti, a mí y a todos”
(Mercedes Orenes)

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