martes, 23 de abril de 2013

Juan Salvador Gaviota - Richard Bach




"-Ayúdame -dijo apenas, hablando como los que van a morir -. Más que nada en el mundo, quiero volar... -Ven entonces -dijo Juan-. Subamos, dejemos atrás la tierra y empecemos. -No me entiendes. Mi ala. No puedo mover mi ala. -Esteban Gaviota, tienes la libertad de ser tú mismo, tu verdadero ser, aquí y ahora, y no hay nada que te lo pueda impedir. Es la Ley de la Gran Gaviota, la Ley que Es. -¿Estás diciendo que puedo volar? -Digo que eres libre. Y sin más, Esteban Lorenzo Gaviota extendió sus alas, sin el menor esfuerzo, y se alzó hacia la oscura noche. Su grito, al tope de sus fuerzas y desde doscientos metros de altura, sacó a la Bandada de su sueño: -¡Puedo volar! ¡Escuchen! ¡PUEDO VOLAR!"


Este es uno de esos libros que no me canso de leer una y otra vez.
Josephine.

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