(del blog: PIENSA, Soluciones en Psicología)
Si sospechas que una amistad o miembro de tu familia parece bulimia, habla con esa persona sobre tus preocupaciones. Tu ser querido probablemente vaya a negar tener atracones y purgas, pero puede ser una oportunidad de que se abra y te hable acerca de lo que ha estado pasando. De cualquier modo, la bulimia no se debe de ignorar nunca. Está en riesgo la salud física y emocional de la persona.
Es doloroso saber que tu hijo o una persona que amas puede estar teniendo atracones y purgándose. No puedes forzar a una persona con un trastorno de conducta alimentaria a cambiar, y tampoco puedes hacer el trabajo de recuperación por la persona. Pero puedes ayudar, ofreciendo tu compasión, ánimo, y apoyo a través de todo el proceso de recuperación.
.- Ofrece compasión y apoyo. Ten en mente que la persona va a estar a la defensiva o molesta. Pero si se abre, escucha sin juzgar y hazle saber a la persona que te preocupa.
. Evita los insultos, estrategias basadas en el miedo, culpar, y comentarios mandones. Dado que la bulimia es iniciada o empeorada por el estrés, la baja autoestima, y la vergüenza, la negatividad sólo la empeora.
.- Da el buen ejemplo. Para una alimentación, ejercicio e imagen corporal saludables. No hagas comentarios negativos sobre tu cuerpo o el de otras personas.
.- Acepta tus límites. Como padre o amigo, no hay mucho que puedas hacer para “arreglar” el problema de bulimia de la otra persona. La persona con bulimia necesita tomar la decisión de avanzar.
.- Cuida de ti. Date cuenta cuando es momento de buscar apoyo de un profesional en salud. Lidiar con un trastorno de conducta alimentaria es estresante, y será muy positivo que tengas tu red social de apoyo en su lugar.
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