martes, 12 de julio de 2016

Pistantrofobia: el miedo a volver a confiar



Para poder abrazar con cierto sentido la vida y ofrecer una panorámica coherente de lo que significan ciertos dolores psicológicos será necesario adentrarnos en las sombras de algunos mecanismos psicosociales como son la traición y la sensación de haber perdido la fluidez y profundidad en las relaciones. Perder la capacidad para volver a confiar, por experiencias negativas en el pasado, nos puede terminar encerrando en la denominada jaula virtual y convertirnos en meros espectadores del mundo a través de los barrotes que nosotros mismos nos creamos.
La Pistantrofobia se caracteriza por el miedo irracional e irrefrenable a establecer una relación de confianza con las demás personas debido a perniciosas y traumáticas vivencias anteriores. Cuando un individuo desarrolla esta fobia, comienza a sentir que todo el mundo lo decepcionará o traicionará en algún momento, transformándose en un ser extremadamente desconfiado.
Este síndrome puede alcanzar y condicionar todos los ámbitos de la vida de una persona: el laboral, el familiar, el social o el afectivo; incidiendo de manera exponencial cuando el afectado siente y percibe que se empieza a involucrar emocionalmente con otra persona.
Algunas de las conductas que desarrolla el damnificado:
• Evita trabajos o actividades que implican un contacto interpersonal importante debido al miedo a las críticas, al rechazo o a la traición.
• Es reacio a implicarse con la gente si no está seguro de que les va a caer bien.
• Está preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en las situaciones sociales.
• Es extremadamente reacio a correr riesgos personales o a implicarse en actividades debido a que pueden resultar comprometedoras emocionalmente.
• Intenta evitar las relaciones íntimas debido al miedo a ser decepcionado o traicionado.
• Siente miedo ante la perspectiva de abrirse a los demás, pudiéndose mostrar en ocasiones como una persona hierática y hermética.
• A la hora de vincularnos afectivamente
Cuando un individuo ha tenido una relación en la que ha visto quebrada la confianza que había depositado, es lógico que se encuentre lastimado emocional y anímicamente, dolor que precisará de un dilatado proceso de gestión y de recuperación.
La confianza se va gestando y solidifica a través de una buena y sincera comunicación, reafirmándose día a día con la franqueza, esto es, la coherencia perceptible entre lo que se hace y lo que se dice. Sin estos dos ingredientes, se producen malentendidos que seguramente derivarán en la ruptura del fino hilo que guía y sustenta tal confianza.
¿Para qué nos sirve confiar?
La confianza interpersonal es la expectativa que tiene un individuo de que puede fiarse de la palabra, promesa o afirmación verbal o escrita de otro individuo o grupo. Las personas con confianza interpersonal alta suelen ser más felices y tener un nivel menor de conflictos, además de constituir un conveniente modulador de los efectos del estrés sobre la salud al dotarnos de una sensación de seguridad con la que no contaríamos de tener que afrontar en solitario todos los problemas que se nos presentan
No resulta sencillo volver a confiar en una persona que, tras depositar en ella todo nuestro afecto y consideración, nos falló o incluso nos partió el corazón. Sin embargo, y a pesar de constituir todo un desafío para el que no todos se encuentran preparados, es algo que necesariamente debemos intentar. El objetivo merece la pena.
¿Cómo aprender a confiar nuevamente?
A menudo, en las sesiones de coaching aparece este gran tema y la forma en que lo trabajamos y lo resolvemos es a través de la experiencia grupal o individual. Constituye todo un reto y toda una aventura encontrarse a sí mismo a través de los demás y, por esta vía, poder hallar las respuestas que a solas no descubríamos. Normalmente en los grupos de Coaching lo que se enseña son estrategias efectivas para afrontar las situaciones cotidianas que requieren de la confianza para poder construir un vínculo.
Algunos de los muchos beneficios que tiene realizar un proceso de crecimiento personal desde el enfoque grupal tienen que ver con la posibilidad de restitución de nuestra confianza personal, por ejemplo: un grupo nos ayuda a poder satisfacer y restituir el sentimiento de pertenencia. Los restantes miembros del grupo enriquecen la vivencia facilitando el florecimiento de recursos para afrontar las distintas situaciones de la vida.
Está comprobado empíricamente que el fenómeno grupal permite la construcción y consolidación de la confianza, potencia las posibilidades y habilidades para lograr el propósito perseguido. Promueve el intercambio de normas, valores y reglas. El grupo facilita el logro de una cosmovisión y universalidad en relación a la apreciación de los problemas, lo que permite que los sujetos estén menos centrados en sí mismos y dejen de verse como “victimas”. Permite el desarrollo afectivo y emocional al facilitar la construcción de lazos sociales confiables. Favorece el cuestionamiento personal de actitudes estereotipadas o creencias ilusorias.
Permite poner en palabras situaciones vividas permitiendo su desmitificación, quitándoles la connotación de trágicas. Se descubren obstáculos autoimpuestos elaborando miedos y dudas. Al compartir las experiencias cotidianas, los miembros descubren y comparten también estrategias adecuadas y eficaces para afrontarla distintas circunstancias.
Poniéndonos manos a la obra ¿por dónde empezar?
• Acepta tu dolor
Aceptar lo que ha ocurrido y permitirte hacer un duelo es vital si buscas volver a confiar nuevamente. Minimizar el dolor puede provocar que nunca puedas sanar ni confiar en nadie otra vez, por eso debes tomarte un tiempo para desahogarte emocionalmente.
• Concédete un descanso
Después de una relación desafortunada, debes darte tiempo para recomponerte y que cicatricen las heridas. Aprovecha el tiempo para estabilizar tus emociones antes de tomar grandes decisiones sobre una nueva relación.
• Tómate tu tiempo
Cuando consideres que es un buen momento para volver a salir, tómalo con calma. No saltes de una relación a otra de manera precipitada ni pretendas solventar una crisis de confianza de la noche a la mañana.
Verónica Rodríguez Orellana
Coach y Terapeuta Directora del Coaching Club
www.vrcoaching.org

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