jueves, 19 de diciembre de 2019

Cuento para pensar: Las sábanas de la vecina.


Unos amigos se instalaron por motivos de trabajo a un barrio muy tranquilo de la ciudad. Todo era nuevo para ellos y observaban con curiosidad cuanto había a su alrededor.
En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, uno reparó a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero. Con una media sonrisa le comentó a su amigo:
- ¡Qué sabanas tan sucias cuelga la vecina” Ojalá pudiera enseñarle a lavarlas mejor, o recomendarle un buen detergente de la ropa. No la conozco demasiado, pero debería buscar la forma de acercarme sin ofenderla y ayudarle a tener sus sábanas mejor.
El amigo lo miró con una sonrisa, sin contestarle.
Y así, cada dos o tres días repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y al viento, ajena a su observación. Para él casi se estaba transformando en una obsesión. Seguía pensando en su vecina y en cómo ayudarle a mejorar la limpieza de sus sábanas
Un día, se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas muy muy limpias. Le contó a su amigo con alegría:
- ¡Qué te parece! La vecina aprendió a lavar la ropa. Parece que no era solo a mí a quien le llamaba la atención. ¿Le habrá enseñado otra vecina?
Esta vez el amigo sí le respondió:
Él le dijo:
- ¡No, hoy me levanté más temprano y limpié los cristales de nuestra ventana !
Y ésto es así.
Todo depende de la limpieza de la ventana, a través de la cual observamos.
Antes de criticar, quizás sería conveniente chequear cómo tenemos de limpios nuestros ojos para poder ver más claro.

No hay descripción de la foto disponible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario