domingo, 20 de abril de 2014

HUEVOS DE PASCUA

Huevo de Pascua, María Magdalena y Tiberio César



María Magdalena  es mencionada, tanto en el Nuevo Testamento canónico como en varios evangelios apócrifos, como una distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Es considerada santa por la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Ortodoxa y la Comunión Anglicana, que celebran su festividad el 22 de julio

No obstante la Iglesia Católica en 1969 reconoció fugazmente la injuria sobre María Magdalena e intentó rectificar retirando el apelativo de penitente de su Santo, pero claro, no se realizó con  la fuerza  suficiente, ya que esta visón de mujer pecadora se siguió popularizando en muchas de sus diócesis años después de la enmienda, siendo a día de hoy (injustamente)  predominante para muchos católicos.       


Su nombre hace referencia a su lugar de procedencia: Magdala, localidad situada en la costa occidental de lago de Tiberíades.



María Magdalena y La Historia del Huevo Rojo


La tradición ortodoxa oriental dio origen al icono en el que María Magdalena sostiene un huevo rojo.

Esta representación procede de una antigua tradición que cuenta, que después de la ascensión María Magdalena viajó a Roma donde fue invitada a un banquete en el que el emperador, Tiberio César, estaba presente.

Después de hablarle de Cristo, sus milagros y su misión, así como de la forma tan inadecuada en la que Pilatos se había hecho cargo del juicio de Jesús, María le confirmo a César llena de alborozo, que en verdad su señor había resucitado.

Para ilustrar sus palabras cogió un huevo de la mesa. César se rio, convencido de que Jesús no podía haber resucitado, del mismo modo que el huevo que ella tenía en sus manos no podía volverse de color rojo.

Inmediatamente, el huevo se tiñó de rojo, dando origen de ese modo a la antigua tradición por la cual en Pascua se intercambian y regalan huevos pintados de rojo en algunos países y sus derivados de chocolate en otros.

Según esto, el huevo de Pascua se convierte en un símbolo de la resurrección de Cristo.

¿Puede ser este, también, el origen de los hornazos que se le ofrecen a la Virgen de Luna?


No hay comentarios:

Publicar un comentario