Diez razones que lo demuestran
Con la llegada del verano, llega también la temporada de festivales. Cada fin de semana se suceden propuestas a lo largo y ancho del país. Desde Vilagarcia de Arousa (Pontevedra), donde tiene lugar este fin de semana el Festival del Norte, hasta Isla Cristina (Huelva), donde se celebra en septiembre el Isla Cristina South Pop. Conciertos, conciertos y más conciertos, pero también buen humor. Porque la música, aunque haga vibrar los tímpanos, también es positiva para nuestra salud y nuestro bienestar.
Influye en el humor, en las capacidades cognitivas, en la creatividad e incluso, a veces, en las enfermedades. Sin duda, la música es buena para la mente y para el cuerpo. Hay muchos estudios que ponen de relieve sus numerosos beneficios. Hemos seleccionado algunos de ellos:
1. La música de ambiente nos hace creativos
¿Hay algo más motivador que poner la música a tope mientras nos ocupamos de las tareas que menos nos gustan? La idea no es tan buena, sin embargo, si estamos trabajando.
Según un estudio publicado en diciembre de 2014 en la revista Journal of Consumer Research, la música a un volumen moderado aumenta la creatividad. Es una paradoja: los sonidos que no son tan fuertes dificultan la reflexión, pero eso nos lleva a pensar de forma más abstracta y más creativa.
Ocurre lo contrario cuando la música está muy alta: nuestro pensamiento creativo se bloquea porque el tratamiento de la información que debemos realizar nos desborda. Conclusión: es bueno escuchar música en el trabajo siempre y cuando no te haga explotar los tímpanos.
2. Alivia la depresión
Al menos, para las madres que acaban de dar a luz. La depresión postparto afecta a muchas mujeres, y no solamente a ellas, sino también a sus bebés.
Varios científicos belgas decidieron proponer a determinadas madres y a sus hijos que participaran en terapias musicales. Parece ser que dichas terapias tuvieron efectos inmediatos en las interacciones entre la mamá y el pequeño que, aparentemente, desarrollaba una mayor autonomía según la web Agence Science-Presse.
No obstante, no hay que dar por hecho que la música sea un remedio para todos los males. Según un estudio publicado en los Archives de médecine pédiatrique et adolescente y dado a conocer por la revista Time, los jóvenes que escuchan música continuamente tienen más riesgo de sufrir depresión.
3. La música nos pone de buen humor
Seguro que alguna vez te has sentido revitalizado al escuchar música, o te has levantado con el pie derecho al son de uno de uno de tus fragmentos preferidos.
Un estudio publicado en 2013 muestra que la música pone a la gente de mejor humor. Los participantes afirmaron sentir una “excitación y regulación de su humor”, así como una mayor “conciencia de sí mismos”.
Otro estudio publicado el mismo año en el Journal of Positive Psychology apunta a resultados similares. Varios científicos de la Universidad de Missouri que llevaron a cabo dicha investigación destacaron lo siguiente: “Nuestro trabajo respalda un comportamiento que muchas personas ya experimentan: escuchar música mejora su humor”, señala la autora principal de la misma, Yuna Ferguson.
4. La música desestresa...
Una tesis realizada por un doctorando de la Universidad de Gothenburg revela que escuchar música todos los días disminuye el estrés. La tesis se basa en los resultados de dos estudios según los cuales las personas que escuchan música sienten emociones positivas.
“No obstante, cuando se estudian las respuestas emocionales ante la música, conviene recordar que no todo el mundo reacciona de la misma manera frente a la misma música, y que cada individuo puede responder de forma diferente a una misma canción según el momento en que la escucha y en función de factores individuales y circunstanciales”, explica la autora de la tesis, Marie Helsing. Para experimentar los efectos positivos de la música, hay que escuchar la que a nosotros nos guste.
5...y desarrolla la memoria
¿Quieres que tus hijos tengan memoria de elefante? Sencillo: apúntales a clases de música. Investigadores de Hong Kong han descubierto que los niños que tocan música logran mejores resultados en algunas pruebas de memoria como, por ejemplo, retener diferentes palabras de una lista.
“Cuanto más se habitúa el niño a practicar, mejor es su memoria verbal”, indica Agnes Chan, que realiza un doctorado en psicología en la Universidad de Hong Kong. “Esto apunta a que una mejor memoria verbal en los niños que practican música no sólo es cuestión de una diferencia de edad, del nivel educativo o de las características socioeconómicas de la familia”.
6. Es buena para nuestras capacidades cognitivas en general
La música mejora nuestra memoria, pero este no es el único beneficio que produce en el cerebro. Según este texto de la doctoranda en psicología Joanne Cantor publicado en Psychology Today en mayo de 2013, la música es una caja de sorpresas.
Para empezar, mejora nuestra productividad cuando llevamos a cabo tareas repetitivas. La música alegre, explica Cantor, nos hace más eficaces y precisos en este tipo de situaciones, que al mismo tiempo nos parecen menos aburridas. Asimismo, señala que también mejora nuestra comprensión lectora, pero sólo cuando escuchamos música de ambiente, de fondo, a un volumen bajo.
7. Cuando estamos enfermos, debemos escucharla sin moderación
Aquí tenemos algunos motivos:
- Disminuye la ansiedad de los pacientes de cáncer: Investigadores de la Universidad Drexel (Estados Unidos) han demostrado que las personas que padecen cáncer y que, o bien escuchan música de manera regular, o bien siguen una terapia musical, constatan una reducción de su ansiedad.
- Sirve de ayuda durante una operación quirúrgica. Un artículo de Timeinforma sobre una investigación según la cual los pacientes (la mayoría, enfermos de párkinson) que escuchaban música melódica estaban más calmados. Algunos incluso se dormían.
- Revitaliza nuestro corazón. Según una investigación de la universidad Maryland Medical, escuchar música alegre podría estar relacionado con una dilatación de los vasos sanguíneos, lo que reduciría el flujo sanguíneo. El efecto opuesto también es destacable cuando escuchamos música que nos produce ansiedad.
- Calma el dolor, de acuerdo con los investigadores del Pain Research Center de la Universidad de Utah.
- Después de un derrame cerebral, la música permite una mejor recuperación. En cualquier caso, esta es la conclusión a la que se llegó mediante un estudio publicado en 2008 en la revista Brain, que comparaba la memoria verbal de los pacientes que habían escuchado música con la de aquellos que escuchaban audiolibros o que no escuchaban nada.
8. Nos pone eufóricos
La música estimula la misma parte del cerebro que la comida o el sexo. Así lo demuestra una investigación realizada en 2001 por el McGill College. Los científicos habían advertido un aumento del flujo sanguíneo en las regiones del cerebro asociadas a la recompensa, la emoción y la excitación.
Para los investigadores, si la música estimula las mismas regiones del cerebro que el sexo o los alimentos, tan importantes para la supervivencia del organismo, es porque la capacidad de escuchar música podría suponer un avance evolutivo.
9. Nos ayuda a completar nuestra ración de deporte necesaria
Nada nuevo bajo el sol: básicamente, es más agradable correr escuchando algo de música. Pero, ¿por qué? Para empezar, nos distrae; pero, además, puede llegar amejorar nuestros resultados en un 15%.
Otro estudio publicado en 2010 mostraba que los ciclistas eran más eficientes cuando escuchaban música rápida. Pero, atención, tampoco demasiado rápida.
Otro estudio publicado en 2010 mostraba que los ciclistas eran más eficientes cuando escuchaban música rápida. Pero, atención, tampoco demasiado rápida.
Por otra parte, el ritmo de la música estimula el área motriz de nuestro cerebro. Estos signos nos ayudan a emplear mejor nuestra energía y a encontrar el ritmo adecuado.
10. Reduce los problemas auditivos
Si eres músico, puede que tengas menos problemas de audición al envejecer. El estudio, publicado en 2011 en la revista Psychology and Aging, muestra que los músicos obtenían una mejor puntuación en los tests auditivos que el resto de las personas, siendo la edad el principal factor diferenciador.
Por ejemplo, un músico de 70 años entendía un discurso en un ambiente ruidoso tan bien como una persona cualquiera de 50 años. Y cuanto más habían practicado, mejores eran sus resultados.
Traducción de Marina Velasco Serrano
No hay comentarios:
Publicar un comentario