martes, 25 de mayo de 2021

5 beneficios de tomar sol (con moderación)

 



¿Sabías que al tomar el sol estimulas la producción de vitamina D? Esta es imprescindible para tener unos huesos y dientes sanos y fuertes, ya que estimula la correcta asimilación del calcio

El sol nos ayuda a vivir mejor. Como sabemos, la luz del astro rey es imprescindible para todos los seres vivos del planeta, aunque muchas veces no seamos realmente conscientes de ello. La mayoría de las veces, las personas solo toman sol por motivos estéticos ya que les gusta broncearse. Sin embargo, el sol tiene otros beneficios. A continuación te presentamos 5 beneficios de tomar sol. Antes que nada, recuerda tener cuidado, debido a que una exposición prolongada puede provocar lesiones o serios padecimientos como cáncer de piel.

1. Fortalece huesos y dientes

Los rayos del sol provocan que nuestro cuerpo produzca vitamina D, la cual es buena para fortalecer nuestros huesos y dientes. Esto se debe a que dicha vitamina favorece la absorción en el intestino del calcio y fósforo, evitando su pérdida en el riñón. Aunque la mayoría de las vitaminas las obtenemos a través de los alimentos, la D tiene la característica de producirse cuando la piel tiene un precursor que precisamente lo da el sol. Con solo 5 o 10 minutos de exposición al sol, dos o tres veces por semana, recargaremos los depósitos de vitamina D de nuestro cuerpo.

2. Mejora el aspecto de la piel

Piel.aspera
El sol también nos ayuda a tener una piel mucho más bella, sobre todo si se sufre de problemas de acné. Para ello basta con tomar diariamente baños de sol de no más de 30 minutos durante las primeras horas de la mañana o bien entrada la tarde. Tomar sol también ayuda a combatir otros padecimientos como la psoriasise incluso la ictericia. Es muy importante, sin embargo, tener en cuenta que no es bueno exponerse mucho tiempo al sol, ya que esto puede causar lesiones (quemaduras) serias u otro tipo de problemas. Es muy importante no exponerse más de 30 minutos.

3. Fortalece nuestro sistema inmunológico

Otra de las ventajas de tomar sol es que aumenta o fortalece nuestro sistema inmune, protegiéndonos de diversas enfermedades. A grandes rasgos, el sol aumenta el número de glóbulos blancos, también conocidos como linfocitos, que son las células encargadas de protegernos en primer lugar contra una infección.

4. Equilibra el colesterol

Colesterol
Cuando tomamos sol, la grasa de nuestro cuerpo se disuelve. Es por ello que las personas que viven en zonas donde hay mucho sol padecen menos enfermedades cardiovasculares. En este caso, los rayos UV son necesarios para metabolizar mejor el colesterol de nuestro cuerpo, por lo que tomar sol ayuda a disminuir los niveles y a evitar que este se pegue en las arterias.

5. Disminuye la presión arterial

Un beneficio más del sol es que disminuye la presión sanguínea. Esto se debe a que el sol es un vasodilatador muy efectivo que aumenta la circulación de la sangre. Asimismo, aumenta el metabolismo y la depuración de los tejidos. De hecho,muchos deportistas suelen tomar el sol antes de sus competiciones, gracias a que esto los ayuda a tener una mejor presión arterial. Al parecer, en este caso la vitamina D también juega un papel importante ya que libera calcio.

Los beneficios del mar

 



http://www.elcorreodelsol.com/articulo/los-beneficios-del-mar

La naturaleza brinda verdaderos agentes terapéuticos: el agua del mar, la presión, el movimiento de las olas, el sol, el aire, la arena, los limos, las algas e incluso las piedras. 
Por Cecilia Nova

Podríamos pensar que el mar es un recurso curativo reciente porque lo asociamos con la época esplendorosa de los balenarios de finales del siglo XIX y principios del XX, pero lo cierto es que se conoce desde la Antigüedad. Se atribuye a Platón la frase “Lava el mar las dolencias de los hombres”, expresada después de someterse a baños para recuperarse de unas dolencias por recomendación de médicos egipcios. También fenicios, griegos y romanos conocían su poder salutífero. 
En 1869, el médico francés Joseph La Bonardière le pone nombre a este nuevo método curativo: talasoterapia, un neologismo creado a partir de la palabra "thalassa", que significa mar, y "therapeía", tratamiento.
Actualmente, y más en un país como el nuestro, es fácil gozar de unos días de salud junto al mar. La naturaleza brinda verdaderos agentes terapéuticos: el agua, la presión, el movimiento de las olas, el sol, el aire, la arena, los limos, las algas e incluso las piedras. Todo ello estimula las funciones orgánicas, así como fortalece los músculos y calma la mente.
En general, la talasoterapia trabaja con la acción reparadora de los minerales y con el cambio térmico del agua de mar y su presión, que ejerce un masaje continuo.
El contraste frío-calor. El hecho de que la temperatura marina sea más fría que la del cuerpo permite que haya un efecto vasoconstrictor de los pequeños vasos sanguíneos. Al tiempo, se dilatan las venas y arterias interiores por el aumento de presión que ejerce el volumen de sangre. El corazón late con menos frecuencia y descansa, se reduce el ritmo respiratorio y aumenta la tensión arterial.
Una vez en el agua, el cuerpo se acostumbra y es el sistema circulatorio el que reacciona, permitiendo que las venas de la piel se dilaten nuevamente, mientras que los vasos sanguíneos profundos y los órganos se constriñen. Se logra un masaje interno muy estimulante del sistema circulatorio y de los órganos.
El masaje de la presión del mar. La presión es el resultado del peso del agua que queda sobre el bañista y la superficie del mar. Pero el agua que hay entre el fondo y el bañista también presiona y lo empuja hacia arriba. Esta presión del fondo favorece los movimientos musculares y de las articulaciones. Se beneficia también la circulación sanguínea y el sistema linfático.
Aire marino para el relax mental. La ventaja de estar a orillas del mar y no en un centro cerrado es que podemos nutrirnos con el aire marino, cargado de iones negativos. Los iones son unas partículas que forman el átomo y cuya carga eléctrica puede ser negativa o positiva. Los iones negativos se generan en entornos naturales con corrientes de agua: el mar, los ríos, las cascadas, etc. Tienen un efecto muy saludable sobre las personas, ya que relajan y favorecen la producción de serotonina, un neurotransmisor cerebral necesario para dormir bien y mantener el buen humor. Se ha comprobado que, a solo cien metros del mar, la cantidad de iones negativos es de 50.000 por metro cúbico, cien veces más que en los ambientes urbanos.
Más que oxígeno. El aire marino está cargado oxígeno pero también es rico en ozono y diferentes sustancias minerales, que son nutrientes que flotan y absorbemos a través de la respiración. La buena oxigenación ayuda a mantener el equilibrio emocional y psíquico, ya que ralentiza el ritmo respiratorio y favorece la recuperación.
Unas sesiones de respiración en la playa resultan estimulantes, facilitan la digestión, la eliminación y oxigenan más la sangre.
Se pueden realizar ejercicios respiratorios para maximizar los beneficios. El siguiente es muy sencillo:
• Se inspira llenando los pulmones mientras se tira la cabeza hacia atrás y se juntan las escápulas, lo que abre el tórax.
 Con los pulmones llenos, se retiene el aire durante al menos dos segundos, pudiendo llegar hasta cinco.
 Se vuelve a bajar la cabeza y se relajan los omóplatos mientras se espira lentamente para vaciar por completo los pulmones. La espiración debe durar de cinco a diez segundos.
• Se pueden hacer 20 respiraciones al menos dos sesiones al día.
Podemos nutrirnos con el aire marino, cargado de iones negativos: relajan y favorecen la producción de serotonina, un neurotransmisor cerebral necesario para dormir bien y mantener el buen humor
Renovación sanguínea. Las sesiones de talasoterapia tienen un efecto sobre la sangre sorprendente: mejora su composición, consiguiendo que los glóbulos rojos –los principales portadores de oxígeno a las células y tejidos del cuerpo– aumenten en número entre el 10 y el 20 por ciento. Se incrementa la proporción de leucocitos o glóbulos blancos y, de entre estos, los linfocitos, que son los que se encargan de tareas específicas de defensa del sistema inmunitario.
Esta terapia es una gran ayuda para disminuir el dolor y para mejorar una amplia variedad de afecciones, pero sobre todo es una medicina preventiva. Se trata de un recurso de gran valor en problemas de fatiga por su gran aporte de magnesio, que aumenta las defensas del organismo. Asimismo, el acné, el lupus, los eccemas y, sobre todo, la psoriasis mejoran notablemente con los baños de mar. También está demostrado científicamente que aumentan la concentración de hierro en la sangre, por lo que es de gran utilidad en casos de anemia. Está muy indicada en personas que padecen estrés, puesto que el agotamiento de determinadas reservas de micronutrientes son los responsables de una actitud de tensión constante en la vida. Y, sobre todo, es muy valiosa en la artrosis y la artritis, ya que se actúa sobre el tejido conjuntivo.
Cómo hacer un baño de mar provechoso para la salud
Se debe empezar los primeros días con baños muy cortos. Lo ideal sería no permanecer en la playa más de cuatro horas. Antes del baño, es conveniente hacer un poco de ejercicio suave y también tomar un poco de sol. La entrada al mar debe ser rápida y decidida, no andar pensándoselo con medio cuerpo introducido. Lo mejor es entrar a zancadas y hundirse varias veces. Cuanto más frío y agitado esté el mar, más breve será el baño. En aguas templadas, con sol y aire cálido, se puede permanecer en el agua hasta 15 o 20 minutos. En las sesiones veraniegas, se puede estar mucho más tiempo. Para potenciar la salud es suficiente tomar de uno a tres baños marinos al día en verano. Al salir del mar. Hay que practicar otra vez algo de ejercicio, como una caminata o algunos movimientos vigorosos. Es importante secarse al aire libre. De esta forma, las sales minerales depositadas en la piel en forma de cristalitos se absorben y estimulan el sistema nervioso.
El efecto de la arena. La arena de la playa está formada por partículas de diámetro inferior a 3 mm y está cargada con los elementos químicos del agua de mar e incluso del aire, ya que es altamente porosa. La temperatura que puede alcanzar la arena como consecuencia de la incidencia de los rayos solares varía entre 40 y los 60 grados. Cubrir la piel con arena (una capa de 30 a 40 centímetros) es una terapia recomendable para las afecciones reumáticas y otras afecciones de los huesos y las articulaciones.
Caminar en el agua. Caminar es el ejercicio más simple y humano, además del más seguro de todos. Algunas investigaciones recientes han hallado que la articulación de la rodilla se resiente no solo con la inactividad y el sedentarismo sino también con las carreras, por lo que aquellas personas acostumbradas a correr pueden tener igualmente problemas articulatorios aun cuando piensan estar haciendo un ejercicio sano. Así que nada más sano que caminar.
Una práctica habitual en nuestras playas es caminar largo rato por la orilla del mar. Sin embargo, como tratamiento terapéutico, lo mejor es hacerlo en el mar, adentrándose en el agua y luego volviendo a la orilla. Lo ideal es internarse hasta que el agua llegue al pecho o incluso el cuello, caminar con el agua a esa altura, dar pequeños saltos cuando llegue una ola y permanecer dentro unos 10 minutos. Luego se sale y se toma el sol otros 10 minutos. Estos paseos se pueden repetir tres veces. 
Las articulaciones y el sistema venoso salen ampliamente beneficiados de estos paseos, ya que la presión hidroestática del agua favorece el retorno venoso y combate la pesadez de las piernas, un problema especialmente frecuente en verano y en las mujeres. Igualmente sale reforzado el sentido del equilibrio.
Baño marino en casa. El método más sencillo es añadir a la bañera llena de agua dos kilos de sal marina. Absorberemos con ello minerales y desintoxicamos el organismo. Si disponemos de algas, podemos realizar uno más elaborado. Lo ideal es contar con una gran variedad de algas: polvo de alga dulse, de fucus, de Kelp y de nori. Si se tiene el mar cerca, bastará con coger unas cuantas garrafas y llenar la bañera con el agua de mar. Si esto no es posible, se usará sal marina sin refinar. Para la receta final, se necesita también barro del mar Muerto o, si es difícil de encontrar, una arcilla de calidad. Se coloca en un recipiente una taza de polvos de cada alga, dos tazas arcilla y cuatro de sal. Se mezclan bien los ingredientes y se vierten tres tazas en un baño caliente.

La sociedad que no deja que los niños sean niños

 




De: http://www.elblogalternativo.com/

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Quiero dar voz a esos niños y niñas muy sensibles al ruido, a la gente, a las etiquetas de la ropa, a las costuras, a esos niños tan motrices y con una gran necesidad de movimiento, a esas niñas tímidas, a los que necesitan su tiempo para adaptarse a los cambios, a las que no les gusta el olor o la textura de algunos alimentos, a los que cambian de actividad con frecuencia, a los que empiezan 10 cosas a la vez, a los más creativos y menos intelectuales… A todos y cada uno de estos niños y niñas maravillosos y únicos seres van dedicadas las siguientes líneas, más bien se las dedico a los adultos responsables de dichos niños y niñas (padres, madres, maestros, abuelos, tíos, vecinos y profesionales…).
Es difícil entender, comprender y aceptar que un niño no quiera ponerse los calcetines que hemos escogido, que no quiera terminarse el plato, que no le apetezca dar un beso a la abuela, que no nos dé las gracias, que le moleste la luz intensa o el ruido, que no pare quieto… Hay niños muy sensibles a las costuras y les molesta mucho el roce que producen los calcetines en el zapato. Hay calcetines sin costuras que seguro les gustaría llevar. O también se los podemos poner al revés. Conozco un niño que siempre quería ponerse los calcetines del revés hasta que su madre le trajo un día unos sin costuras.
Es tremendamente inquietante para algunos adultos ver a un niño moverse de un lugar a otro corriendo, saltando, brincando… Solemos decirles: “anda bien, siéntate bien, come bien…” Cuando para ellos ya lo están haciendo “bien”. Ellos están cómodos haciendo las cosas a su modoy a su ritmo. Somos los adultos los que no podemos ni sabemos cómo gestionar la actividad y espontaneidad de nuestros hijos o alumnos. Y yo me pregunto: “¿Por qué será?” Será porque de niños a nosotros tampoco nos dejaron mover ni nos respetaron… Hacer que un niño tenga que reprimirse motrizmente es algo que en un futuro le saldrá de una forma desplazada: tienen reacciones desproporcionadas ante sucesos, actúan desde la reacción emocional automática gritando o pegando. También pueden llegar a ser personas psicológicamente inseguras y con una autoestima muy baja. Académicamente no pueden rendir bien ni concentrarse si su necesidad motriz no es satisfecha.
Las emociones reprimidas en la infancia no desaparecen como por arte de magia al no ser satisfechas o negadas. Se intensifican al ser actualizadas. Las emociones son para ser expresadas. La naturaleza así lo diseño. No sentimos para luego reprimir, sentimos para poder expresar y sacar… Una emoción “guardada” sale en forma de “explosión emocional” cada vez que un adolescente o un adulto conecta con algo que le recuerda “eso” que ya vivió en su infancia. Le es familiar.
Yo solía encenderme por dentro hace 15 o 20 años cada vez que alguien me criticaba, juzgaba o me cuestionaba. Conectaba con la niña que había sido y con el desamparo, falta de atención y mirada. Cuando no podía sostener una situación explotaba y no me podía responsabilizar de aquello que estaba sintiendo ya que no lo comprendía ni sabía por qué me sentía así. Luego con los años, después de mucha indagación personal, estudio y observación me di cuenta de que todo me venía de mi infancia y de cómo había sido hablada y tratada. Las emociones que entonces debía reprimir se actualizaban en el presente. Con 5 o 7 años lloramos, de adultos explotamos… La vivencia interna es la misma pero la reacción es distinta.
Cuando oigo decir que hay bebes o niños de “alta demanda” me pregunto si no habrá madres de pocos recursos emocionales o a quienes les cuesta fusionar y conectar con sus hijos. Cuando hay una desconexión o falta de fusión emocional por parte de la madre hacia el hijo, (algo muy común, hoy en día, si ellas tampoco estaban fusionadas ni conectadas con sus propias mamas) este lo nota ya que el bebé o niño sí está fusionado emocionalmente a la madre. Al sentir dicha falta o carencia de conexión y fusión por parte de la madre hacia el hijo, él o ella empieza a pedir aquello que legítimamente la naturaleza programó: contacto, pecho, mirada, atención, presencia… Y como no lo recibe sigue pidiendo cada vez más y más… No se trata de culpar a la madre, ella no tiene recursos emocionales suficientes. Pero tampoco se trata de etiquetar al niño de demandanteHay un desequilibrio entre lo que el niño necesita y lo que la madre es capaz de dar. Nos es más fácil decir que el niño pide demasiado. Nadie pide lo que no necesita, nadie. Quizás necesite más de lo que nosotras emocionalmente podemos darle.
Solemos interpretar lo que el niño necesita y quiere desde lo mental y racional. También les comparamos y emitimos juicios. Interpretar no es sentir ni mucho menos estar fusionadas ni conectadas emocionalmente… Interpretar es dar lo que nosotras pensamos que el niño quiere, no lo que realmente está necesitando. Interpretar no es satisfacer sino suponer. Interpretar es desde la cabeza. Fusionar y conectar es desde lo instintivo, desde el corazón.
Podemos seguir etiquetando a los niños de hiperactivos, hipersensibles, de alta demanda, superdotados, de altas capacidades, agresivos, mal comedores, antipáticos, tímidos, extrovertidos, habladores… No dejan de ser niños y cada niño es diferente y tiene diferentes necesidades, intereses y ritmos.
Esas palabras, a mi entender, no son más que opiniones o juicios aunque sean diagnosticados por profesionales llamados expertos. Cuando un niño es llamado hiperactivo es porque un adulto cree que se está moviendo más de lo “normal” o más de lo que ese adulto puede soportar, tolerar  o gestionar… ¿Cómo  podemos saber eso? Comparándolo con otros niños, ¿verdad? Y ¿Que niños son esos? Yo me pregunto, son niños libres, respetados y aceptados y amados incondicionalmente o son niños adaptados a una sociedad hecha por y para los adultos…Muchos niños dejan de moverse por que no se les permite y han aprendido a reprimir esa actividad corporal desplazándola  en otras actitudes: violencia, morderse las uñas, necesitar ver mucha pantalla para no escuchar su cuerpo, comer… Incluso pueden llegar a somatizar se en su propio cuerpo. La enfermedad se manifiesta por síntomas.
A muchos adultos nos cuesta ponernos en el lugar de estos niños. Queremos y creemos que deben comportarse de un modo en particular y se nos olvida que ser niño es precisamente ser auténticamente espontaneo.
Por qué en vez de querer cambiarlos a ellos no intentamos cambiar nuestra forma de verlos y de relacionarnos con ellos. Cuando cambiamos nuestra forma de mirar, las cosas y personas que miramos cambian de forma. En vez de pedir ayuda para corregirlos y diagnosticarlos podríamos pedir ayuda para entenderlos y acompañarlos.
Etiquetar a un niño es dejar de responsabilizarnos y pensar que el problema lo tiene el niño. Ya podemos decir: “es que es esto o tiene esto o lo otro” como si nosotros no tuviéramos nada que ver con ese “diagnostico”.
Aceptar a un niño tal y como es nos cuesta mucho y pensar que le pasa algo es más fácil que intentar ver qué es lo que necesita y como satisfacer dicha necesidad sea de movimiento, silencio, contacto, escucha, mirada, descanso…
La sociedad en la que vivimos no mira a los niños sino que exige a los niños que miren a los adultos. No damos a los niños primero para que luego ellos estén llenos y puedan dar a su vez.Les pedimos, les exigimos, les ordenamos, les amenazamos, les castigamos, les gritamos, no les dejamos ser niños en un mundo de adultos. Necesitamos que se comporten como adultos aun siendo niños. Nos cuesta acompañarles y satisfacerles, no tenemos tiempo para ellos… Ellos son el futuro y sobreviven como pueden… Acaso se nos olvidó que nosotros también tuvimos que pasar por eso y precisamente ese olvido hace que la historia se repita.
Abramos los ojos de par en par y empecemos a recuperar el vínculo perdido. Si no lo hacemos en esta generación casa vez será más difícil.
Corre ves y mira a los niños con otros ojos.
Yvonne Laborda
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Madre de dos niñas y un niño. Terapeuta Gestáltica. Actualmente lleva más de 15 años estudiando e investigando sobre el comportamiento humano: La influencia de nuestra infancia y el por qué somos como somos y actuamos como actuamos… Escribe e imparte talleres y charlas sobre aprendizaje autónomo, crianza con conciencia y crecimiento personal.
Educa a sus 3 hijos sin escuela y defiende el aprendizaje autónomo (UNSCHOOLING). Tiene un blog: “Aprendiendo todos de todo” que sirve de referente a las familias interesadas en estos temas. También tiene una web profesional: “yvonnelaborda.com” en donde ofrece sus servicios como terapeuta familiar, personal, de pareja, infantil… Ejerció de profesora durante 15 años antes de ser madre.

Sabiduría zen

 




EL REGALO DE LOS INSULTOS

Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que ahora se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que aún era capaz de derrotar a cualquier adversario.

Cierta tarde, un guerrero, conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para captar los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.

El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Conociendo la reputación del samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar así su fama.

Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.

Fueron todos hasta la plaza de la ciudad, y el joven comenzó a insultar al viejo maestro. 
Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió a la cara, gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus antepasados.. Durante horas hizo todo lo posible para provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.

- Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:

- ¿Cómo ha podido usted soportar tanta indignidad? ¿ Por qué no usó su espada, aún sabiendo que podía perder la lucha, en vez de mostrarse cobarde ante todos nosotros?

- Si alguien se acerca a tí con un regalo, y tú no lo aceptas, ¿a quien pertenece el regalo? preguntó el samurai.

- A quien intentó entregarlo - respondió uno de los discípulos.

- Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos - dijo el maestro. - Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.
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La vergüenza de la "fiesta nacional" -Ángeles Caso (Periodista)

 




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Han terminado por fin, felizmente, las horribles 'fiestas' de San Fermín. Sí, ya sé: muchos de ustedes no seguirán adelante una vez leída la primera frase. Pero el hecho de que a algunos les moleste lo que digo, nunca me ha impedido hablar y alzar la voz en contra de todo lo que considero injusto o dañino.

Y cualquier cosa que tenga que ver con la tortura a los animales no humanos convertida en regocijo de los animales humanos me parece dañino. Me indigna, desde luego, que se trate a los animales no humanos con ese desprecio. Jamás conseguiré comprender que la gente disfrute viendo sufrir a un ser vivo.

Nunca aceptaré el maldito sentimiento de superioridad de la especie humana respecto a otros compañeros de planeta. ¿Qué es lo que nos hace creernos mejores? ¿Una inteligencia que ha sido capaz de descubrir y construir grandes cosas, sí, pero que al mismo tiempo ha provocado guerras horrorosas y que permite que millones de seres humanos sigan pasando hambre y sufrimientos sin fin? Viendo las enormes catástrofes que somos capaces de generar, el rastro de dolor que nuestra presencia en el mundo va dejando a su paso, desde sus orígenes, no puedo entender que sigamos sintiéndonos superiores respecto a otras especies, infinitamente mejor integradas en la convivencia y adaptadas para la supervivencia, que es, al fin y al cabo, el compromiso primordial de toda especie viva.

Me indigna, desde luego, que se trate a los animales no humanos con ese desprecio, con esa crueldad inaudita que siempre arranca de la idea de que nosotros somos 'más' que ellos. Y, como humana, me duele comprobar que tantos de mis congéneres sean capaces de disfrutar con el sufrimiento ajeno y de convertir un terrible ritual de muerte en un espectáculo folclórico, de los de "la España de charanga y pandereta", que dijo Machado. Me horroriza que ese sea el símbolo de mi país, el elemento 'cultural' que nos identifica frente a nuestro entorno: la cultura nunca puede fundarse en el dolor y la destrucción. La fiesta no puede ser un espectáculo sanguinolento.

Me horroriza que ese sea el símbolo de mi país, el elemento cultural que nos identificaPor eso me enfada tanto que las 'fiestas' de San Fermín, epítome por excelencia del jolgorio cruento, testosterónico y alcoholizado, sigan teniendo en nuestro país la importancia que aún tienen y que, me temo, va cada vez a más: hace veinte años, los encierros pamploneses eran una noticia más de los telediarios. Ahora abren los informativos y ocupan la primera página de los diarios, con su feroz acompañamiento de sangre, tortura y -para colmo- violencia sobre las mujeres.


Cada vez que veo esas imágenes, que oigo o leo los comentarios pseudo-épicos que las acompañan, me siento indignada, triste y avergonzada: si los toros, los encierros y toda clase de salvajadas populares con animales de todo tipo representan a España, yo me niego a ser española.

¿Por qué es tan importante masajear los pies antes de ir a dormir?

 







Los masajes en los pies aparte de ser la manera perfecta para relajarse, está demostrado que tiene efectos positivos sobre el correcto funcionamiento y la salud de los órganos del cuerpo, por lo que en realidad actúa como un remedio también.

Hay numerosos puntos situados en los pies que están relacionados con diferentes partes del cuerpo, y forman un mapa de todo el cuerpo.

Por lo tanto, si usted da masajes a sus pies, todo su cuerpo sentirá el beneficio, y los efectos se dejarán sentir inmediatamente. Es necesario utilizar loción, crema o aceite cuando se da el masaje, y estos también ayudarán en el tratamiento.

Por otra parte, masajear con algún aceite esencial ablandará los callos ásperos en los pies. Para obtener los mejores resultados, el masaje de pies debe durar de 10 a 15 minutos.

Los efectos positivos de masaje en los pies

  • Ayuda contra numerosas enfermedades
  • Alivia el dolor y la rigidez causada por el exceso de ejercicio
  • Aumenta el metabolismo
  • Beneficioso para la piel
  • Eliminar el ácido láctico
  • Reducir el efecto de edema (durante el embarazo)
  • Sindrome de la pierna inquieta
  • Destruye la grasa,
  • Facilita la digestión
  • Previene y cura muchos síntomas como el estrés, asma, dolor de cabeza, estreñimiento sinusitis y la migraña
  • Mejora el flujo de sangre
  • Mejora el flujo de sangre a través del tejido
  • Estimula la transpiración
  • Mantiene el funcionamiento adecuado
  • Mejora la circulación sanguínea
  • Afecta la masa muscular
Fuente: http://www.saludorganica.es/2015/11/por-que-es-tan-importante-para-masajear.html

Tú eres valiosa como un diamante.

 



Ojalá esta historia te conmueva tanto como a mi.

Maia Fernandez

Cuenta una antigua historia que una anciana iba caminando por la montaña. Ella tenía fama de ser muy sabia y bondadosa. Al llegar a un arroyo cristalino, muerta de sed, se detuvo para beber un poco de agua. Grande fue su sorpresa al ver que algo brillaba en el fondo. Estiró la mano y gracias a que el arroyo no era muy profundo, pudo alcanzar aquel objeto. Se trataba de una piedra preciosa. La observó: su extraña belleza y brillo eran impresionantes. La secó y la guardó en su bolso. Al día siguiente, la mujer se encontró con otro viajero, que estaba muy hambriento. Ella abrió su bolso y le compartió su comida. El hombre vio la piedra preciosa de la mujer y se la pidió. Ella, sin dudarlo, se la dio. Él se fue, regocijándose de su buena fortuna. Sabía que la piedra valía lo suficiente para darle seguridad para toda la vida. Pero días después, regresó donde se encontraba la anciana y le dijo: «He estado pensando. Sé lo que vale este objeto, pero te lo devuelvo con la esperanza de que me des algo mucho más precioso: Dame lo que tienes dentro, que te permitió regalármelo.»

De vez en cuando se cruza en nuestra vida una persona especial. Alguien que destaca entre los demás y que nos inspira a ser mejores personas. Debo decir que esta clase de personas no son muy fáciles de encontrar, y no hablo necesariamente de la Madre Teresa de Calcuta o Mahatma Gandhi, figuras que trascienden las fronteras con su enseñanza y se vuelven un ejemplo para toda la humanidad. En este caso, hablo de aquellas personas anónimas para el mundo: puede ser un amigo, un familiar, un vecino, personas que tienen una actitud diferente a los demás. Suelen ayudar, trabajar en silencio y no te enteras cuando sufren, porque no quieren preocupar a otros. Existen muchas clases de personas que tienen esas piedras preciosas del alma. Son personas que:
  • Dan de lo que tienen, no de lo que les sobra.
  • Dedican su tiempo a dar de comer a los necesitados.
  • Siempre están sonrientes, aún en los peores momentos.
  • Escuchan a los demás e intentan ayudarles en lo que necesiten.
  • Todo animal que ven en la calle despierta su ternura y dejan agua y comida en la puerta de su casa, para que se alimenten.
  • Están despreocupados por las cosas materiales.
  • De todo lo que sucede a su alrededor, extraen una enseñanza.
  • Contagian su alegría, de su boca salen palabras positivas y alientan a los demás.
  • Al conversar con alguien, le dedican su total atención, le escuchan, le miran a los ojos.

Haz que las piedras preciosas de tu interior brillen con fuerza

Esta clase de personas irradian una armonía tal, que hacen que los demás quieran acercarse a ellos. En realidad, todos podemos desarrollar esas virtudes. El primer paso es cambiar, pero ¿cómo? A veces cuesta desprenderse del egoísmo, abandonar la queja, el miedo y la crítica. Por eso, hoy voy a compartir algunos consejos para hacer salir esas piedras preciosas que todos tenemos: esos diamantes que en algunos casos son carbón todavía, pero que con mucho esfuerzo pueden convertirse en joyas relucientes.

1. El amor

Sentir amor hacia los demás facilita las cosas. Para desarrollar este sentimiento es fundamental reflexionar, comprender al otro. Ponernos en su lugar, conocerlo. Sin estos aspectos, jamás podremos amarlos.

2. La sensibilidad

Amar nos hará ser sensibles. Por eso el segundo consejo es sensibilizarnos ante la vida. Una persona insensible nunca podrá ayudar a los demás. En mayor o menor medida, todos tenemos cierto grado de insensibilidad: el corazón se nos ha endurecido ante el dolor ajeno. Ese es un gran problema. Observar a los demás, analizar los fenómenos desde el corazón, tratando de imaginar cómo se siente la otra persona, es de vital importancia para el desarrollo de la sensibilidad.

3. El trabajo

El tercer consejo es esforzarnos por hacer algo útil. De esa manera alimentamos la alegría por el bienestar ajeno, y cada día necesitaremos volver a sentir esa armonía, esa paz y buscaremos seguir sirviendo al prójimo.

4. La actitud

Este es el más sencillo de todos los consejos y consiste en cambiar de actitud. Sí, es fácil. Si logramos los pasos anteriores, el cambio de actitud vendrá como resultado de la dedicación que hayamos puesto en los demás.

Dar lo mejor que tenemos es regalar esas gemas preciosas del alma, dando una enseñanza y un ejemplo de buena conducta. Además, estos dones hacen que recibamos más de lo que dimos, pero de una manera renovada. Esto se debe a que, a través de la gratitud, recibimos del otro un regalo que se puede expresar de diferentes maneras y que llena de luz nuestra vida, brindándonos la paz interior que proviene de hacer el bien.
Toma un momento para disfrutar de ti.