viernes, 9 de agosto de 2019

LA VERDAD Y LA MENTIRA


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"Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.

-Buen día. Dijo la mentira.

-Buenos días. Contestó la verdad.

-Hermoso día. Dijo la mentira.

Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.

-Hermoso día. Dijo entonces la verdad.

-Aún más hermoso está el lago. Dijo la mentira.

Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió.

Corrió la mentira hacia el agua y dijo... -El agua está aún más hermosa. Nademos.

La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira.

Ambas se sacaron las ropas y nadaron tranquilas.

Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.

La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla.

Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo."

Jean-Léon Gerôme, 1896


¿Es coherente llenar de mimos y cuidados a la mascota de casa y luego asistir a una corrida de toros?





Nunca hay que justificar a los maltratadores de animales ya que después continúan con la familia. Ningún animal mata por placer, sino siempre para sobrevivir; en cambio, el humano es el único que quiebra esta "ley" que puede matar simplemente por placer, dejando atrás a la presa muerta. El sadomasoquista goza del sentimiento de poder. No manda el instinto de vida, sino el de muerte: el placer de ser mayor y más poderoso que el prójimo. Según varios estudios realizados, la gran mayoría de los maltratadores de animales o personas comparten una historia común de castigo parental brutal, negligencia y rechazo.

El psiquiatra, Dr. Alan Felthous, junto con otros colegas, ha identificado una triada constituida por el abuso físico por parte de los padres, crueldad hacia los animales, y violencia hacia las personas. En gran parte, los estudios basados en el abuso animal y criminología adulta, muestran que las primeras instancias de crueldad hacia los animales tienen lugar temprano en la vida del maltratador. Según la antropóloga, Margaret Mead (1964), "Una de las cosas más peligrosas que le pueden pasar a un niño es matar o torturar a un animal y salirse con la suya". Casi todos los niños jóvenes atraviesan una etapa de crueldad "inocente", en la cual pueden lastimar insectos u otros animales pequeños en el proceso de explorar el mundo y descubrir sus habilidades. La mayoría de los niños, sin embargo, con la guía adecuada de los padres y maestros, se tornan sensibles al hecho de que los animales pueden sentir dolor y sufrir y por lo tanto hay que tratar de evitar causarles tal dolor. Algunos, sin embargo, parecen quedarse encerrados en un patrón de crueldad que puede perdurar toda la vida.



Según Kim Bartlett, editora de ANIMAL PEOPLE, existen tres grados que pueden ser ilustrativos para establecer prioridades, dividiendo a los abusadores y explotadores de animales en las categorías usadas para definir los grados de homicidio:

- Los delincuentes de 1º grado son aquellos que demuestran un deliberado y premeditado interés en que los animales sufran antes de que los maten. En esta primera categoría se encuentran los actos del sadismo individual, las corridas de toros, las fiestas estilo español para mutilar y matar animales, la tortura coreana de matar perros y gatos para el realce hormonal que se supone tiene su carne, las peleas de perros y gallos, etc.

- Los delincuentes de 2º grado utilizan y matan animales de maneras que parecen diseñadas para causar daño corporal, dolor y sufrimiento severos, pero cuyo objetivo no es el sufrimiento animal. En este punto se encuentran la mayoría de los cazadores y tramperos, granjeros de animales de piel, productores de paté de foie gras y productores de huevos que practican la muda de plumas forzada.

- Los delincuentes de 3º grado matan animales, pero el sufrimiento es fortuito. Puede ser discutido razonablemente que los perpetradores no desean causar el sufrimiento, y lo eliminarían o reducirían al mínimo si tuvieran una alternativa fácil a los métodos que causan dolor y angustia.
Los delincuentes de 1º grado generalmente no se detendrán voluntariamente. Deben ser forzados a parar por la modificación de la escala de valores sociales o haciendo cumplir leyes exigentes contra la crueldad.

Es decir, sólo nuestro repudio y rechazo social puede detenerlos, así como el desarrollo de leyes mucho más estrictas sobre el tema.

Los delincuentes de 3º grado pueden ser reformados mediante la educación. En tanto que los delincuentes de 2º grado pueden caer en uno u otro caso.

Ahora bien ... ¿hasta qué punto somos cómplices silenciosos de la tortura y maltrato a los animales? ¿Es coherente llenar de mimos y cuidados a la mascota de casa y luego asistir a una corrida de toros? ¿Tiene sentido declararse amante de los animales y ver la caza como algo perfectamente normal?

"Ni como naturalista ni como biólogo puedo ser partidario de las corridas de toros.
Los carnívoros matan porque no saben alimentarse de otro modo, matan porque lo necesitan para vivir.
Es asombroso que exista un público que disfrute y sienta placer viendo como un hombre mata a un animal en la plaza de toros.
La mal llamada fiesta nacional es la máxima exaltación de la agresividad humana"
Félix Rodríguez de la Fuente